Formación
A lo largo de los años, mis inquietudes sobre el mundo interior de las personas y sus profundidades me han ido llevando a diversos abordajes psicológicos que integro a la hora de trabajar.
El descubrimiento, profundización y exploración de las diversas teorías llevan la impronta de mi deseo de crecer como psicoterapeuta, y trasladar este compromiso con las personas con las que trabajo y acompaño en su proceso.
Mi intención es clara, que el sufrimiento vaya disipándose al focalizar en “eso” que interfiere la existencia, aprender nuevas maneras de afrontar nuestra vida, re-elaborar aquello que ha quedado pendiente.
Al entender al ser humano desde una visión holística e integrada, el fin en sí mismo es vivir desde un lugar coherente con nosotr@s mism@s, asumiendo quiénes somos, cómo somos y dónde estamos.
Linea de tiempo
1997
Empezando por la Universidad, cursé Psicología en la Universidad Nacional de Córdoba en Argentina. Era el año 1997 y tras seis años de estudio, cierro mi ciclo universitario en el mundo de la psicoterapia en el Centro Programa Cambio, donde realicé mi práctica clínica: aprendizaje y práctica de grupo en su modalidad de centro de día de rehabilitación de adicciones en adolescentes y sus familias llevando las sesiones de grupo y el grupo de hermanos. También co-coordinando los grupos terapéuticos.
Mientras tanto, me formé en Acompañamiento Terapéutico, que me introdujo en el mundo de las puertas cerradas, lo que está “al margen”, lo excluido, un neuropsiquiátrico.
Allí aprendí mucho, vulnerabilidad, fragilidad, lo sutilmente amoroso, adentro-afuera como un todo.
Siendo muy joven incursioné en los grupos de Psicoterapia Gestalt, también en los Cuidados Paliativos dentro de un hospital.
2004
En 2004 con una mezcla de valentía y miedo aterricé en Madrid donde homologué mi título en la Universidad Complutense de Madrid.
2008
En 2008 re-comencé mi formación como Psicoterapeuta Gestalt en el Grupo Quatro con Miguel Albiñana y mi terapia personal.
Allí comenzó un proceso de aprendizaje vivencial personal intenso, que supuso dolor, descubrimiento, mayor claridad, empatía y aceptación propia, que se traslada al trabajo en terapia. Ver al otro más allá de las palabras, mirar al niñ@ que vive dentro de nosotr@s, observar qué dice su cuerpo, cómo dice lo que dice y cómo los microgestos hablan cuando la voz se silencia.
Aparecieron también otros recursos formativos determinantes desde el Psicoanálisis de Hugo Bleichmar a Claudio Naranjo con su Eneagrama y teoría de los Eneatipos y formación del Colegio de Psicólogos de Madrid donde estoy colegiada desde el 2008.
2019-2021
Y llegó el 2019 para mostrarme la necesidad de “mirar” con una luz diferente: el abordaje EMDR. con su potencia para desbloquear aquello que interfiere nuestra vida cotidiana. Aquí estoy desde entonces, dejándome impregnar de este abordaje que conjuga el trabajo de trauma, con el apego y la disociación, y nos enseña cómo las experiencias traumáticas que nos impactan y las que parece que no lo hacen tanto, dejan su huella en nuestro sistema sensorial, emocional, corporal y en el cerebro de cada uno.
Siempre en-formación, si ahora quieres conocer más detalles, puedes acceder a los detalles de formación.